Esta serie escultórica surgió como una extensión tridimensional de mi exploración continua de la forma y el color, específicamente derivada de una pintura de mi colección Chromatic Variation. En colaboración con el artista Mikoll, especialista en concreto fundido, desarrollamos tres piezas únicas diseñadas por los autores exclusivamente para este proyecto.

Desde un enfoque experimental, propuse llevar mis composiciones poligonales irregulares fuera del lienzo y al espacio físico. Siempre me ha interesado la idea de lo que hay detrás de una pintura: cómo sería su reverso, la estructura oculta que sostiene la narrativa visible. Esta curiosidad se convirtió en una visión compartida con Mik, cuya experiencia técnica nos permitió dotar a estas formas de volumen, masa y presencia espacial.

Cada escultura fue cuidadosamente fundida para preservar la tensión visual de los diseños originales, reinterpretándolos a través del lenguaje material del concreto. El resultado es un conjunto de objetos escultóricos abstractos —crudos y elegantes— que desafían la noción tradicional de la planitud de la pintura al convertirse en formas autónomas.

Estas obras se exhibieron por primera vez en la muestra colectiva “Convergente”, celebrada en Barcelona en 2017, como parte de un diálogo entre pintura y escultura, gesto y material, superficie y volumen.

Esta colaboración representa un momento de síntesis entre dos prácticas complementarias y continúa alimentando mi interés por expandir los límites físicos y conceptuales del arte visual.